El escenario de la magia se ha convertido de alguna forma un tanto demente. Un congreso por aquí, otro por allá, un opar de videos, DVD‘s, trucos nuevos, libros por leer, encuentros entre clubs, nuevas descargas, nuevo, nuevo, nuevo… ¡Bang! Y la cabeza explota.
Con todo este input, ¿Cómo puede uno seguir siendo creativo y no estar ocupado “digiriendo” todoa esa y desbordante información?
Hay un bonito dicho de Rollo May :
Para estar abierto à la creativdad, uno debe ser capaz de emplear la solerdad de forma constructiva. Uno debe de vencer el miedo de estar solo.”
¡Qué gran verdad! Pero, ¿Qué hacer al respecto?
¿Aceptar el hecho de que la creatividad crece y sucede cuando estamos solos en la mayoría de veces?
¿Tomar la iniciativa y moverte a un lugar como tal?
Sin internet, teléfono, televisión… ¿Nada?
¿Papel, lápiz, un cerebro?
¿Agua, silencio, dormir?
Respira. Piensa. ¿Crece?
Hubo un tiempo en el que tuve una cosa como esta en Torino, en la casa de Don SIlvio Mantelli. Fue uno de los periodos más creativos de mi vida.
Lo echo sinceramente de menos…