Magia con el Cubo de Rubik

En los últi­mos años ha habido un resurgimien­to de la “magia” con el cubo de Rubik. Más y más méto­dos inteligentes para hac­er efec­tos con el. La locu­ra vuelve de nue­vo…

Para mí, el cubo siem­pre ha sido un juguete. Un sofisti­ca­do, pero un juguete. La idea es resolver­lo. Cuan­to más rápi­do lo haces, mejor.

Y como con casi todo en estos días, las com­peti­ciones a la orden del día. ¿Quién es el más rápi­do en resolver­lo, hac­er­lo con los ojos ven­da­dos y detrás de la espal­da, etc? Nor­mal­mente, en estas com­peti­ciones par­tic­i­pan un mon­tón de niños y mues­tran su “juguete”.

Lo mis­mo ocur­rió con el apil­amien­to de dados. Lo que fue un efec­to agrad­able y la novedad para nosotros los magos, trans­for­ma­do en un deporte. Lo mis­mo ocurre con ese estúpi­do nego­cio de apil­amien­to de tazas.

No me moles­ta la manía del cubo. Los magos son a menudo como los niños pequeños y por lo tan­to, algo como el cubo tiene que ser abor­da­do. Pero, per­sonal­mente, no quiero realizar estos efec­tos y no me intere­sa, porque no me impre­sio­n­an. Lo que podría ser una demostración acept­able para un men­tal­ista (hac­er­lo con los ojos ven­da­dos, detrás de la espal­da o demostrar la “memo­ria”) se reduce a un sim­ple tru­co con un juguete, cuan­do el cubo de repente con un lan­za­mien­to en el aire se endereza.

Por supuesto, hay algu­nas demostra­ciones impre­sio­n­antes con este juguete, recuer­do uno donde unas cuan­tas doce­nas de los cubos que par­tic­i­pan. Pero para mí el cubo sim­ple­mente no enca­ja en un espec­tácu­lo de magia de cer­ca , ni en magia en las mesas.

La magia es entreten­er a la gente, inter­ac­tu­ar con ellos y, sobre todo, pre­sen­tar algo de lo que se haran pre­gun­tas. Un efec­to mági­co. Estar para­do delante de ellos y mostrar su capaci­dad para resolver un rompecabezas de juguete no parece enca­jar en mi com­pren­sión de la magia.

Por otra parte, como mi ami­go Wolf­gang Moser de Aus­tria nos mues­tra que efec­tos visuales on posi­bles con el cubo. Pero esto no tiene nada que ver con resolver el cubo. La trans­for­ma­ción que hace en este vídeon es el méto­do de un tru­co que tiene más de cien años de antigüedad. Eso siem­pre se ha hecho con un gran dado que nadie recono­cería en direc­to.

¿El cubo de Rubik tiene un lugar en la magia?

Pien­so: ¡sí, defin­i­ti­va­mente! Es el ele­men­to per­fec­to para reem­plazar a los viejos dados que los magos han esta­do usan­do durante sig­los y que nadie acep­ta en estos días. Muchos de los viejos tru­cos de aparatos con dados grandes podrían ren­o­varse, mejo­rarse téc­ni­ca­mente y así poder comen­zar una nue­va vida en la his­to­ria de la magia.

¡Pása­lo!